Luis Adolfo a los 10 años tomo la cámara y como buen observador
aprendió solo a usarla y conocer aquella
cajita mágica. En el 1940 ya trabajaba
en el polígono y recorre plazas en diferentes comunas como: Maipú, Barrancas, en poblaciones y quintas de
recreo. También fue técnico textil y mecánico.
A los 13 años, Eduardo le fabrica una minutera a su hijo José
Ignacio (1945). Convirtiéndose en fotógrafo ambulante. En 1950 contrae matrimonio con Florisa del Carmen Castillo
Canales a quien fabrica una maquina
minutera o de cajón.
Mi bisabuelo recorría las calles desde el paradero 1 hasta el
18 de la gran avenida y sus poblaciones. Con mi bisabuela se estacionaban en la quinta normal con un
caballito de madera y un sillón.
Así la familia Briones
arrendaban una casa en Cartagena por todo el verano para estacionarse en
la playa con un barquito de madera y así retratar al veraneante. Cinco de seis
hijos adquieren este oficio y trabajan por algunas décadas en la playa grande y
chica de Cartagena, y José Ignacio también recorre las playas de San Sebastián y Costa Azul.
El 14 de mayo de 1968 se
forma el “Sindicato Nacional de
trabajadores independientes Fotógrafos
estacionarios y ambulantes de Chile” que fue integrado por la familia
Briones, Alejandro Martínez Rojas como fundador y socio numero uno ( fotógrafo
minutero que trabaja actualmente en la plaza de armas de Santiago). Se obtuvieron diferentes beneficios para comprar
productos fotográficos mas baratos y poder trabajar con un permiso en la Quinta Normal, que
en esos años pertenecía al Ministerio de Agricultura.
En los años 50 Eduardo Briones Fernández adquiere una polaroid
en blanco y negro y en los años 60 aparece la instantánea en color que su
precio era bastante mas elevado que una fotografía en la minutera, así si una fotografía con la minutera costaba un
peso con la instantánea costaba mil pesos.
Cartagena se lleno de fotógrafos con cámaras instantáneas kodak.
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